Navidad y Nuevos Propósitos. Feliz Autocoaching¡¡.

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Pensando en la Navidad y en las diversas posibilidades con las que afrontamos estas fiestas, desde lo religioso a lo agnóstico, desde lo familiar a la soledad, desde las emociones y la inocencia de la niñez al vacio que nos dejaron aquellos que se fueron… me permito proponer una nueva opción que añadir a ese menú del que cada uno escogerá la suya personal.
Hace poquito escuché aquella frase que atribuyen a W. Churchill “la siesta hace de un día, dos”. Churchill era un fiel practicante y se levantaba de la siesta con ánimos renovados, con mucha energía y podía trabajar como si fuera por la mañana.
Para muchos de nosotros el año no comienza el 1 de enero, sino en Septiembre, nos caló el cole ¡que le vamos a hacer!; un nuevo curso, nuevos propósitos, gimnasio, matrículas en diversos cursos, aprender inglés…, pues bien, ahí va mi propuesta…. “que la Navidad haga de un año, dos”.

La Navidad te brinda, si conectas todos tus sentidos, la oportunidad de hacer un alto en el camino y revivir los sabores a mazapán, a turrón…, los colores de la ciudad iluminada, la nieve, el árbol de Navidad, el portal de Belén, esos rojos intensos de la flor de pascua, los verdes abeto…, los aromas del hogar, de castañas asadas, de chimenea…Todas estas sensaciones te pueden transportar, si te dejas llevar, a un viaje maravilloso, hacia ti mismo, hacia tu infancia, a revivir ese espíritu de Navidad al que nos entregábamos con total ingenuidad, sencillez e inocencia. Desde allí, podemos volver disfrutando del camino, más o menos largo, que hemos recorrido hasta hoy, de los aciertos y de los errores, de los amigos y de los amores, de la alegría y de la tristeza, lo dulce y lo amargo… y disfrutar de esa caja llena de herramientas que hemos acumulado en el maravilloso camino que es la vida.

Navidad es un momento para olvidar y mirar hacia delante, dejar ir los sinsabores y los rencores que tanto nos dañan, dejar ir los malos recuerdos y todo aquello que nos desgasta y atenaza…..; sé ecológico y tíralo a la basura, si te sientes con fuerza, escríbelo en un papel y, después, rómpelo en míl pedazos y tíralo; y en el hueco que ha quedado, pon con mucho mimo, comprensión, escucha, humildad, tesón, perdón, agradecimiento, paciencia,…porque unas baterías cargadas con estos carburantes, te darán fuerzas para afrontar 2011 con ánimos renovados.

Navidad es también un momento magnífico para revisar objetivos, hacer los ajustes necesarios a los que hicimos en septiembre y plantearnos nuevas metas.

Para ayudarnos en el proceso contamos con infinidad de recursos, de los más sencillos a los más sofisticados, de los más económicos a los más caros, de los más sensatos a los más estúpidos…¡cuántas barbaridades hacemos a la hora de proponernos objetivos!, en muchas ocasiones nos creemos “héroes de película” con la capacidad de convertir los días de 24 horas en días de 24 x 3 ó 4…porque, si no, es imposible llevar a cabo nuestros planes; entre comer y cocinar más sano, hacer gap, spinning, paddle, ir a clases de inglés (aunque sea en la intranet), hacer ese curso para que de una vez aparezca el artista que llevas dentro, y……. además ¿tener tiempo para nosotros, los amigos y dedicarle más atención a los niños?…

Y claro, lo queremos todo, todo, sin renunciar a nada y de inmediato, ¡ya!, casi gratis y sin esfuerzo, que para eso vivimos en la era de la inmediatez, en el 2011.

Desde el coaching proponemos algunos modelos y herramientas que nos ayudan a diseñar nuestras metas, ajustadas a nuestras capacidades y realidades, explorar opciones y diseñar un plan de acción para alcanzarlas, con mucho sentido común; ahora bien, lo que no está en nuestra mano es:
– multiplicar las horas del día
– que no te suponga esfuerzo personal
– cambiar las leyes de la química, la física y las matemáticas

El coach te ayudará a concretar y enfocar lo verdaderamente importante, a estar presente y no desenfocar y a orientarte hacia la meta. Te acompañará en los procesos de decisión, adaptación y cambio; te motivará y apoyará para superar los obstáculos.

Mi compañero Leonardo Ravier describe acertadamente en su libro “Arte y Ciencia del Coaching” algunas de estas herramientas y modelos, particularmente mi preferido es el GROW, por su sencillez, flexibilidad…En la siguiente dirección lo puedes leer on line .

http://arteycienciadelcoaching.com/arte-del-coaching/modelos-de-coaching/

También podemos leer las cualidades que debe tener una meta, pág 251 : SMART, PURE Y CLEAR…

Personalmente me gustaría centrarme en pequeñas cosas muy importantes, en base a las experiencias con clientes a lo largo de los últimos años:

– Cuando trabajes con objetivos personales, asegúrate que son eso “personales” es decir que pueden ser iniciados, mantenidos y llevados a cabo hasta el final por ti mismo, que no dependen de otros. He encontrado muchos directivos que se han planteado innumerables veces sin éxito el objetivo personal por ejemplo, “trabajar en equipo”; trabajar en equipo no sólo depende de nuestras competencias, que las podemos desarrollar, sino de otras personas que influirán decisivamente en el resultado final. Cuando trabajes con objetivos de grupo o corporativos, igualmente habrá que considerar si los objetivos depende del grupo o la empresa o si bien dependen de otros.
En el caso de metas de grupo además, será vital que sean acordadas entre todos los implicados, sin acuerdo, se pierde la responsabilidad y se dañan los sentidos de pertenencia y contribución; y ya sabemos que éstos, son motores fundamentales de cualquier grupo u organización.

– Distinguir entre metas finales y metas de desempeño. Sir John Whitmore las define en su libro “Entrenando para el desempeño empresarial”. Las metas finales, como la Visión, son inspiradoras, nos marcan el rumbo, aunque no están bajo nuestro control absoluto, se nos escapan cuestiones importantes para la consecución de la meta, “ganar la medalla de oro en los 100 m. lisos masculinos de las próximas olimpiadas, no sólo depende de nuestra marca, sino de las otras siete, además de cómo nos encontremos física y mentalmente ese día a esa hora concreta…”. Las metas de desempeño, sí que dependerán de nosotros y están bajo nuestro control en gran medida, “hacer un tiempo de 9.85 seg en los 100 m lisos, en las próximas olimpiadas”…(el record alctual es de U. Bolt 9.72 seg).

– Será fundamental mantener la intención positiva del estado presente; la PNL (Programación Neuro-Lingüística) destaca en una de sus presuposiciones fundamentales, que todo comportamiento tiene esta intención, preservarnos del dolor, proporcionarnos placer o una ganancia secundaria. Me explicaré con un ejemplo, porque este asunto de la intención positiva es bastante controvertido y no es este el momento de profundizar en esta cuestión. Hace un tiempo trabajé con un directivo que tenía entre sus metas adelgazar, formulada en términos positivos, “hacer una dieta más sana y equilibrada”. Hasta ese momento todos sus intentos fracasaban. Entre sus acciones previstas para conseguirlo, estaban dejar de ir a comer con sus clientes durante la semana y dejar de salir de cañas con los amigos los fines de semana.
Veamos la intención positiva de “comer con clientes”, podría ser por ejemplo, alimentar los valores “relaciones, comunicación, contactos, servicio…”, la de salir con los amigos “amistad, placer, diversión, alegría…”, sea cual sea en concreto, es de vital importancia que en el “estado deseado” ese al que aspiramos, y en el proceso de consecución de la meta, se mantenga la intención positiva, si no es así, siento decirte que tirarás la toalla, no conseguirás la meta y consumirás recursos personales inutilmente.

– Otra clave del proceso de conseguir metas de desempeño, es definir previamente qué pruebas, datos, ratios, permitirán conocer que vamos por buen camino, que estamos consiguiendo el objetivo-proceso planteado; ¿cómo medirás el progreso?. El feedback nos guiará y nos alimentará la motivación y nos dará fuerza, por el contrario, si no le prestamos atención podemos perder fácilmente el rumbo y no conseguirlo.

– Por último y no menos importante, recuerda que las decisiones son una función de tu identidad, si exiten conflictos a este nivel, ninguna elección será la adecuada, por lo que antes de proyectar metas, mejor aclarar tu Misión; a partir de ahí, como dice Robert Dilts, deberás proyectar una imagen de meta que encaje con ésta.

No quisiera terminar este post sin una breve reflexión, sencilla, pero muchas veces olvidada; el objetivo final de todos es ser felices. La FELICIDAD, procede de nuestro interior y depende de lo que somos y experimentamos, no de lo que tenemos; alguien dijo “si necesitas perseguir la FELICIDAD es que la has puesto más allá de tu alcance”.

La FELICIDAD está en las pequeñas cosas de la vida, en los detalles cotidianos, por lo que quizás lo más inteligente sería empezar por ahí en nuestra lista de objetivos, conseguir cada día esas pequeñas cosas que nos dan alegría, placer, amor, amistad y que alimentan lo más importante, lo que somos.

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